viernes, 31 de agosto de 2007

Los dias de fiesta

Los días de fiesta son aquellos en los que se celebra algo.
Hay quien me dice, que para mí, todos los días son fiesta.
Y en realidad, todos los días hay que celebrar que estamos vivos.

En mi calendario, hay varios días marcados con rojo, como los domingos.
Y cuando llega uno de esos, me gusta vivivirlo, sabiendo que se tiene que acabar, pero que mientras dura, está para disfrutarlo.
Me gusta llenar el estómago con buenas viandas, remojarme la boca con buenos caldos, y a ser posible rodearme de los mios.

Cuando eso no es posible, busco alternativas, aunque estas sean de lo mas variopintas.

Los días festivos me levanto con más ganas de vivir, con la ilusión de sorprender al celebrante, o con ganas de hacer algo diferente, salirse de lo normal, y darle un giro a la rutina es de lo más gratificante.

Hoy es un día de fiesta, con alternativa, así que habrá que pasarlo lo mejor posible, antes de que se acabe.
¿No creen ustedes'

¿Donde está su alma?

Había empezado a ser feliz, la princesa del pueblo, como la llamaban, había empzado a ser feliz pocos meses antes de morir.
Tras superar las infidelidades de aquel Príncipe inglés, y dedicarse después a ayudar a quienes lo necesitaban.

La noche de su muerte, su coche era perseguido por algunos periodistas según se ha dicho, y circulaba a gran velocidad por el Tunel de l´alma de la capital francesa.

Diez años después de su muerte aún quedan cosas por esclarecer, aún se recuerda aquella mirada azul, y como se volcó la ciudad de Londres al conocer el fatal desenlace.

Hoy parte de su alma descansa en un parque de Londres, hecho en su memoria, pero estoy segura de que la otra parte está en ese puente de París que cada día cruzan decenas de barcos.

La receta del amor

Hoy hace 29 años que se dijeron que sí, que se querían para siempre.
La iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, allá en Las Delicias, el Padre Juan, y unos cuantos amigos y familiares, fueron testigos de ello.
Debió de ser un jueves más bien fresco, más que nada por el traje de manga larga de la novia, y eso que a las seis de la tarde suele ser hora de calor.

29 años después de aquella tarde siguen queríendose como entonces, con sus menos y sus más, con sus ilusiones y sus recuerdos de vida en común.

Sus vidas han cambiado mucho desde entonces, han cambiado de casa, de barrio y de trabajos y han ganado en amigos y en experiencias.

Yo estoy segura de que muchos de los matrimonios de hoy en día no durarán tantos años, por eso a muchos, deberían darnos la receta del amor que no todas las parejas saben cocinar.

29 besos para los dos.

martes, 28 de agosto de 2007

Descansen en paz

Esta es una semana triste para todos.
Tenían 76, 72 y 22 años, una vida por delante muchos sueños poor cuemplir.
Eran actriz, escritor y futbolista, y todos hoy nos llenan el corazón de tristeza.
Todos nos han dejado.

La Estanquera de Vallecas, un Premio Principe de Asturias y un futbolista del Sevilla preparado para ser padre en unos meses, nos han dicho adios en unas horas.
No creo que se conocieran entre sí, pero hoy nos han unido a todos.
Al final, las obras quedan, la gente se va, pero la vida sigue, aunque no igual que antes.

Yo sigo pensando que la vida es injusta, llevándose a quien no se merece partir, sesgando las vidas de los que nos quedamos abajo, huérfanos de muchas cosas, pero esa es la realidad de la vida, que unos vienen y otros van, y que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana.

Un abrazo para Emma, Francisco, y Antonio.
Descansen en paz.

La valla gris

La valla gris en gruesa, y tiene varios candados colgados de sus barrotes.
Cada noche a las 10, cierra un pasillo, de un centro comercial, dejando un hueco para que salga la gente de hacer sus compras o para los trabajadores.

A menudo, yo me encuentro a un lado de esa valla gris, esperando.
Mientras sale la gente con los carros, analizas lo que se compra, si es para una semana o para un mes. Pero llega un momento en que las luces se apagan, y ya no sale gente de dentro.

¿Se habrán olvidado de mí?

Los señores de uniforme que la custodian, me miran de vez en cuando, y yo mientras, miro al fondo del pasillo, por donde tiene que salir, el hombre al que espero.

Miro el reloj, se me cierran los ojos, y al abrirlos, se vuelven a encender las luces para mí.
Lo ves venir, arrastrando las bolsas, como si la jornada hubiera sido cansada.

Es la hora de marcharse, la valla gris cortará el paso a los visitantes nocturnos.
Ya no queda nadie en las tiendas.

Sin mirar atrás me alejo de la valla que espero no volver a ver, aunque se que nunca será la última vez, porque siempre hay una próxima noche en la que esperar sin desesperar, en la que al final, sabes que el abrazo es más fuerte.

Hasta siempre valla gris, o hasta nunca.

domingo, 26 de agosto de 2007

14 años después



Todo sigue igual. 14 años después de la última vez, Soria sigue igual que entonces.
Sus pinares, con la piedra donde íbamos a cenar los veranos, el mercadillo con sus viandas en adobo, las calles empedradas, el Collado, el Parque de la Alameda, donde siempre me esperaba un columpio para balancearme y el Mirón, desde donde se pueden ver las vistas de toda Soria.
Leonor, la Señora de Machado, también está, descansando junto al olmo seco, hendido por el rayo.
Sigue teniendo aroma de pueblo grande, o de ciudad pequeña, no se, pero me huele a recuerdo.
Han sido muchos los veranos a la fresca de cualquier árbol

Ayer estuve después de tanto tiempo, en los mismos sitios de entonces, y se me venían a la mente muchos recuerdos de cuando era niña, de mis abuelos, que ya no están, de aquellas mañanas en la piscina del parador, de esos paseos por los pinares, y de aquella canción que oíamos en los interminables viajes a Soria de hace 14 años.

14 años después de la última vez, todo sigue igual en Soria. O casi todo.
Un beso para Miguel y Pilar, y para aquellos que hicieron realidad mi sueño de volver por esas tierras.

viernes, 24 de agosto de 2007

Son ya 52

Con un martillo la golpeó 18 veces. Y la mató.
Eran personas adultas que pasaban ya de los 50, y llevaban tres años de convivencia, pero él la mató.
A ella ya nunca más le dolerá el alma por haberse unido a ese energúmeno, pero ya nunca más verá la luz del sol.

¿Cuánta sangre fría cabe en el cuerpo de alguien, para matar a su compapañer@ de vida? ¿Tan pronto nos hartamos de los demás?
¿Qué podemos hacer con esta gente sin escrúpulos?
De nada valen las denuncias a cientos, las órdenes de alejamiento, o las breves condenas.

No me haré más preguntas sin respuesta, pero se con certeza que el pueblo onubense de donde era la víctima, no hay más que rabia.

¿Por qué llevamos este año ya 52 mujeres muertas, a manos de su pareja, y nadie es capaz de hacer nada al respecto?
La realidad es que ésta es ya una vieja lacra de la sociedad española y como mujer cada vez me da más pena oir noticias de estas.

jueves, 23 de agosto de 2007

Las tallas y yo

Yo soy una persona más bien gruesa, y con 25 años necesito vestirme, porque desnuda, sería un escándalo ir por la calle.
Cuando voy a comprar ropa a las tiendas, me sorprendo al no encontrar talla para mí. Y si la hay, a veces por ese pantalón vaquero no me cabe la pierna.
Y puedo afirmar que las diferencias entre prendas de la misma talla puede ser bastante notable, como de unos 3 dedos. Porque ni tan siquiera hay uniformidad.

En las tiendas normales existen prendas de la talla 32, 34... así hasta la 46-48. Pero para de contar.

A partir de ahí, búscate la ropa en las tiendas de mujeres mayores, o en las tallas grades, que son más caras (digo yo que porque usan más tela).
Eso por no hablar de las diferencias de precios, un pantalón negro liso y laso puede valer 10 euros pero como sea de una talla 52 ya te sube a 20 con tranquilidad.

Hace años se decía que "ellos las prefieren muy muy gordas..." ahora ya es mejor que se nos vean los huesos y quedarnos planas como maderas.

Las modas cambian, pero en el mundo sigue habiendo de todo, porque en la variedad está el gusto. Ahora bien, la realidad es que las tallas amplias son las que primero se venden en las tiendas. ¿Por qué será?

miércoles, 22 de agosto de 2007

De excusión a Zaragoza

Ayer descubrí, que ir desde mi casa a la otra punta de esta mi ciudad, en autobús, cuesta lo mismo que ir de Zaragoza a Madrid en el AVE.
Menos mal que la diferencia de precio es notable.
Tenemos ahora la "suerte" de que casi todas las líneas están desviadas, con lo cual los tiempos de frecuencia son más amplios, y si a eso le sumamos que en el trayecto hay que atravesar una de las grandes arterias de la ciudad como es la Avda de Madrid, pues apaga y vámonos.

Porque eso sí, hay que hacer dos transbordos, no hay línea directa.
Es algo caótico, pero... ¿Usted se imagina bajando en Calatayud para coger otro tren que le lleve a Alcalá de Henares, y luego en Alcalá de Henares, para coger un tercer tren hasta Madrid?

La ciudad crece, a un ritmo vertiginoso, si, pero no nos damos cuenta de las carencias y del tiempo que perdemos en ir de un sitio a otro.
Esta es la realidad de mi ciudad, guste o no guste.

Otro día les diré lo que pienso de los autobuses urbanos de esta ciudad, hoy no tengo ya tiempo.

martes, 21 de agosto de 2007

Chusky




Chusky, en sus inicios era el nombre del personaje de una serie española sobre periodistas.

Y nos gustó como nombre de nuestra mascota.
Pasaron muchos años hasta quie nos decidimos todos a comprar un perro, porque la verdad es que no todos estábamos convencidos. Yo la primera.

Y ahora que lleva con nosotros año y medio, Chusky es como un terremoto.
Es un poco "jeta", y se alimenta de todo, menos de su comida para perros.
Es capaz de dejarte una noche sin dormir porque ocupa tu cama, y te huele si llegas a la una de la mañana como si fuera un perro policia.

A mí me hace compañía si estoy sola, y me llena de "besos" la cara, como si fuera aquello un polo de limón y me muerde las sábanas, y me viene a buscar con la pelota para que lo encorra por la casa.
Si es la hora del desayuno, y aún estoy dormida viene al regazo de mi cama, se sube de un salto y llora. Es la hora de su tostada.

Chusky está ahora dormido en una cama, enrollado, y en cuanto oiga la tele, seguro que sale corriendo por el pasillo. Sabe que luego saldrá a pasear y ya no querrá entrar en casa.
Yo de mayor quiero ser Chusky.

lunes, 20 de agosto de 2007

Todo es posible... o casi

Hay una empresa en el mundo en la que "todo es posible". O casi.
A mí en el tema de las entrevistas de personal, me falta poco por ver, se lo juro. 400 entrevistas dan para mucho.

Hoy aspiraba a un puesto de cajera para esa empresa.
Y deben andar tan escasos de gente, que me ha entrevistado un carnicero.
Si señores. El encargado de la carnicería se ha ocupado de explicarme lo de las cajeras.
¡Glup! ¿Donde están los administrativos de RR.HH?
Si les hace falta alguien que me avisen, que de eso se algo.

Al menos podía ser la jefa de sección la que se encargara de entrevistar al personal, pero no alguien que no entiende del puesto que se oferta.

Les podría decir que se más de esa empresa que ese señor, pero está feo reconocerlo.
Más que nada porque él decía que no querían más puestos y yo, que tengo influencias, aunque no se sepa, yo se que necesitan mucha gente.

Yo pensaba que en este mundo de las entrevistas, pocas cosas me quedaban por ver, pero una vez más estaba equivocada.

Esto es realidad señor@s. Y ya está.

La Siesta

Si yo a ustedes les digo Siesta, les entrarán ganas de coger el pijama e irse a la cama.

Pero La Siesta, con mayúscula, es un bar español, escondido en algún rincón de Londres.
Un sitio donde la paella es un plato tipico valenciano de arroz, cocinado en una sartén de metal. Y donde podemos comer unas patatas con mahonesa de ajo y tomate picante, osease unas bravas, y una pequeña salchicha de Navarra que es lo que viene siendo chistorra.

Deben comer tan mal en Londres, que necesitan un buen potaje de lentejas de vez en cuando para comer algo decente.
Yo siento cuuriosidad por saber como cocinan allí una tortilla de patatas, seguro que no es como la de casa, pero para quitarse el "mono" puede valer.

Y después de llenarse el "buche" con estos manjares españoles, una buena siesta, no está mal.
Nunca está de más que en las tierras lejanas podamos comer como aquí, que es lo que más extrañamos.
Me pregunto si lo que ellos llaman "atmósfera amistosa española", es oir a Manolo Escobar rodeado de banderas de España y que alguien te baile un zapateado, como si aquello fuera Sevilla.

sábado, 18 de agosto de 2007

La Cotín

Ustedes no saben quién es esa señora, pero yo si.
Yo llevo 26 años formando parte de su familia.
Siempre te cuenta historias de Cullera, donde iba de joven a pasar el verano, o te habla de aquella tienda de la calle Cerdán, donde te vendía lo mismo un camisón, que unos calcetines.

Siempre le ha gustado hablar, de todo. Hoy nos ha contado cosas de la Guerra del 98, de cuando perdimos Cuba. Y disfruta con un buen café y leyendo el Heraldo.

Vivía en el centro, y sigue estando en el centro, teniendo a su disposición una corte de señoras de blanco que le hacen la cama y la comida.
Nunca olvida sus tardes en La Gran Vía con las amigas de toda la vida.
No se olvida de nada.

Yo de mayor quiero ser como ella, pero sin ser soltera, aunque ella afirma que es como mejor se está.

Felicidades Cotín y 85 besos.

La Basilia

Pa´lo que gusten mandar, servidora La Basilia,
que está sirviendo en la plaza, al rigolver de la esquina.

M´icen que soy más cerril,
que no valgo más que como los borricos,
pa d´ir por agua la juente, darle brillo a la tarima…
Y si se me cae un gafete, me lo se coser yo mesma,
y m´entero si hace frío sin que nadie me lo diga.

En comer salgo barata, no como esas anemicas
que pa comer y morrear una renta necesitan.

Yo con poco me contento:
P´almorzar una ristra de chorizos,
un pan de dos kilos y ocho u nueve mandarinas,
y ya sin probar bocao, me paso hasta el mediodía.

Lo que mejor hago es la cena, pues la noche es mucho larga
y no quisiera estar sin pegar un ojo y ensoñar con las animas.

Otra güena condición tengo, que soy mucho limpia,
me lavo una vez al año, con jabón y con lejía,
y de tanto mal que me hago, se me saltan las larimas.

Y digo: ¡Quia¡ ya en toa mi vida he de volver a lavame.
Pero quiá sempre la mesma, apenas se me nota un poco la porquería
ya no paro ni sosiego, sin quitármela de encima,
aunque p´al cabo del año, falten tres u cuatro días.

Fragmento de un poema aragonés, que me sirve de homenaje a la mujer que me la enseñó, porque hoy cumple 85 años

viernes, 17 de agosto de 2007

Alguien me ha escuchado. Por fin.

CHA reclama un “Plan de Mejoras” urgente en el servicio del transporte público de la MAI

Las obras en esta ciudad son cuantiosas.
No queda un barrio en esta ciudad que no tenga un socavón con excavadoras.
Obras en la Plaza de la Autonomía, que se hizo no se para qué, obras en Miralbueno, obras en el ACTUR, obras en la Margen Izquierda...
Es lo que tiene querer dejar bien la ciudad para dentro de un año.

A mi me parece bien, que saquen las cosas de debajo de la tierra, pero claro para eso hay que levantar las calles, y desviar autobuses, y montar un follón en las calles principales, y liar a los pobres usuarios de los autobuses urbanos que ya no saben como ir a la Plaza de España.

No me extraña que haya quien quiera buscar soluciones a esto, pero ya no seré yo quien dé las sugerencias de lo que hay que hacer con las líneas de bus de esta ciudad. Alguien más importante que yo, porque para eso tienen influencias, lo va a hacer por mí.

A mi me faltan dedos para contar las veces que he propuesto cosas para mejorar los autobuses de la margen izquierda: Sus frecuencias, sus recorridos... y sus desvíos.

Haber si esta vez hay suerte y por fin me hacen caso.

Sellos viejos

Este es el buzón de una iglesia de un pueblo pesquero de la Costa Catalana.
Y, para variar, allí no tiran nada, ni los sellos viejos.
Los usan para mandar cartas para los misioneros, y además,
te cuentan como los quieren recortados para que puedan ser más útiles.

Es una buena manera de reutilizar 30 céntimos, ¿no creen?

jueves, 16 de agosto de 2007

La barrera de los 25

Con 25 años una ya es mayor.

Es mayor para trabajar detrás de un mostrador.
La primera vez que lo escuchas te ries, pero cuando lo oyes todos los días deja de hacerte gracia.

Lo sorprendente de esto, es que eso te lo dice una persona de 40 años que es la que manda.
Cuando llegas a casa después de oir eso te miras al espejo y piensas si te han visto las canas o las arrugas o acaso te nota achacosa.

Alguien ha inventado esa barrera, algo que hace que te traten de usted y que te planteés seriamente como puedes rejuvenecer.

¿Acaso las personas que hoy tienen 40 años no tuvieron un dia 25?